COMO TE AMO A TI

 
20/10/2010 – 21/10/2010

La abrazo fuerte, es nuestro día de graduación, la he conocido cinco años y sin ella no sé cómo será mi vida, y es que han sido muchas fiestas, muchos bailes y muchos sueños junto a ella, así como también días de trabajo, celos y rencores, todos por supuesto superados, ella es mi destino, tanto así que siento que ella es mi dueña, la abrazo porque me duele lo que me ha dicho, me duele pensar que se irá lejos, allá a la lejana Asia a trabajar, muy lejos de su hogar y de mí, la abrazo porque siento que se va parte de mi vida y que nadie reemplazara su nombre en mi mente, me susurra al oído que me ama, suspira, me aprieta, quiero llorar y noto que ella también, y lloramos juntos aunque todos nos vean, aunque todos están alegres, tiene un vestido blanco con encajes al igual que su ropa interior y en su cabello una preciosa vincha a manera de corona, sus hombros descubiertos me hechizan así como su tenue y roja sonrisa, la tomo de la mano y aun lleva consigo el anillo que un día le di hace ya tanto tiempo, la observo bien para no olvidarla nunca o al menos para consolarme en su ausencia con su mirada que tengo gravada en el corazón, las horas pasan y el tiempo se ha aferrado en quitármela, se aleja de mi diciéndome que me llamará, que no me olvidará, esa noche me sentí solo, vacío, neutro; quería ir a verla y decirle que no se valla, que si se queda yo me encargaré de ella y seremos felices juntos; juntos aunque pobres, pero juntos al fin, pero sentí que solo estaba pensando en mí, que ella quería ser importante y que no debo negarle su éxito, en fin, llegó el día del viaje, ella estaba pálida y nerviosa, yo me sentía triste y solo esperaba que me dijera que no se iba, lloró en mi hombro y le di palmadas a su espalda, y me besó, un ósculo tan grande y romántico que jamás olvidaré, luego de un rato se aleja de mí y aborda el avión, lloró y su madre se acerca a mí y me abraza y me dice lo importante que yo soy para su hija, pero luego todos se van y yo aún miro al cielo, en dirección a donde partió el avión, como la quiero, luego de llorar por su recuerdo y de estar solo tanto tiempo me voy, llego a mi casa y me relajo, a los dos meses y luego de varias llamadas me dice cómo se vive allá, como es el clima y lo mucho que piensa en mí, sus palabras son música y su recuerdo como una estampa a la que venero; por mi parte tengo ya un trabajo y me va bien, la inspiración que ella me da me hace salir adelante y me va bien, pienso algún día ir a buscarla allá a la lejana Asia y por fin vivir a mil por hora a su lado, me ha contado que se ha comprado una moto, que el trabajo no es tan bueno y que las distancia que viaja son enormes, le digo que se cuide, que la amo con todo mi ser que si mi vida fuera un sueño ese sueño fuera ella y que no hay nada más importante para mí que estar a su lado, se cuelgan ambos teléfonos, suspiro, quisiera que sus llamadas no terminen jamás, de pronto, mientras duermo el timbre del teléfono me despierta a altas horas de la noche, era su madre, sollozando, me asusta pensar lo que ha pasado, me dice con tristes palabras lo que ocurrió, Jackeline salió de su departamento allá en la lejana Asia abordando su moto, y un camión impulsado por oscuras fuerzas del destino acabó con su vida, me he quedado mudo y lloro sin contestar, hubiese preferido morir antes que enterarme de eso, mis sueños se apagan, mi vida perdió su sentido, y hoy su mirada se me viene a la mente desde el corazón donde lo tengo gravado, Jackeline jamás amaré a alguien como te amo a ti.
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Historias de Amor

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