PERSEVERAR EN NUESTRO AMOR

27/08/12

Todo este laberinto ocurrió porque ella quería conocer a mi familia, llevamos ya dos años de enamorados y nunca la había presentado con mi madre y mi padre, ella tenía la seguridad de que les caería bien, de que se enamorarían al igual que yo de ella, pero habían dudas en mi interior, siempre temí que mi familia la rechazara, así que nunca la presenté, ella lo tomó muy mal, creyó que no quería hacerlo porque sentía vergüenza de ella, o porque tenía otra novia o algo así y que no quería que ella se entere.

Para evitar más enredos con respecto a esto ayer le dije que sí, que hoy la presentaría, le dije que estaba seguro de que se ganaría el aprecio de todos, aun así las dudas me agobiaban; organicé una reunión muy especial, invité a toda mi familia, y también a algunos amigos importantes, a mi amor le compré un vestido , el más hermoso que pudiera pagar, se veía hermosa, sus labios rojos no me canse de besar por toda la tarde y la pasión me alimentaba de inspiración para seguir adelante, ese día llegué con ella, y mi padre se sentó como acostumbraba en la cabecera de la mesa y dijo:

Estamos reunidos por que mi hijo se va a casar y nos va a presentar a su novia.

Todos aplaudieron.

- Bueno, pero antes, quisiera saber cuál es su apellido - dijo mi madre poniéndose de pie.
- Soy Wendy Rodríguez, - dijo mi amor poniéndose de pie -  y estoy muy orgullosa de conocer a la familia de Rafael, son mucho más de lo que esperaba, realmente se puede sentir un ambiente familiar.
- ¿Son de los Rodríguez de Zaragoza? - preguntó mi madre que aún se mantenía de pie.
- Salud - dije yo levantando mi copa, poniéndome de pie y con una sonrisa  trate de interrumpir la bochornosa pregunta de mi madre.
- ¡Qué vergüenza!, - dijo mi padre poniéndose de pie con un gesto de indignación -  ¿cómo se te ocurre interrumpir a tu madre?, por favor, ¿Podría responder la pregunta?.

Yo me preocupé ante lo que ocurría, pero esperé con confianza la respuesta de Wendy, sabía que ella tendría la respuesta correcta, pero no fue así...

- No, no soy de Zaragoza, soy del Callao - dijo Wendy tomándolo a la broma.
- Salud - dije yo sonriendo, y me bebí ese trago amargo, sabia que algo terrible estaba  por suceder.

Mis amigos y hermanos levantaron también sus copas y mi madre hizo un tremendo espectáculo vaciando el vino sobre la mesa.

- No permitiré que te cases con una mujer cualquiera - dijo mi madre dirigiéndose a mi.

 Yo me preocupé, Wendy estaba muy asustada ante la reacción de mi madre, mi padre se sumó al espectáculo...

- Mira lo que le causas a tu madre - dijo mi padre abrazando a mi madre y sin quitarme su mirada de mis ojos - ¿Como se te ocurre traer a una cualquiera y presentarla como tu novia?

Wendy salió corriendo del salón, yo fui atrás de ella, mis hermanos me miraron con mucha seriedad, mis amigos salieron tras de mí, Wendy tomó un taxi y se fue, he tratado de llamarla pero la contestadora escucha mis llamadas y sé que ella está ahí, así que le digo de todo corazón y tratando de que mi voz sea tan clara como el agua y no se ponga áspera y seca como un desierto, porque las palabras que debo decirle son terribles, es una realidad que quiero que entienda...

- Yo te amo, - le dije a través del teléfono - Eres el amor de mi vida, y muchas verdades a veces duelen como el fuego mismo sobre la piel, lo que te estoy diciendo lo trato de decir de la manera más simple que puedo, pero sé que mis argumentos son muy difíciles de escuchar; mi familia es de renombrado apellido, racistas hasta los huesos, se gastan vanidad creyéndose descendientes de los nobles de España; pero mi amor por ti no es por tu familia, mi amor por ti es porque me siento solo sin tu compañía, porque mi vida pierde su sentido, porque dejo de soñar si te vas, porque mi deseo más grande en la vida es hacerte feliz aún si es necesario alejarme de mi familia.

De pronto, una voz muy suave y a la vez temblorosa al parecer por el llanto me contesta...

- Tu familia no me quiere, así no podremos ser felices - dijo Wendy levantando el teléfono.

Sentí felicidad de escuchar otra vez su voz, las lágrimas salían de mis ojos imparables con tan solo imaginar mi vida sin ella.

- Voy a ir a tu casa, y hablaremos, - le dije - ¿me recibirías? 

Ella un tanto dudosa me dijo que si, sin pensarlo subí a mi auto y fui tras ella a toda velocidad, llegué a su departamento, y ella lloraba, sus lágrimas recorrían su cara y sus manos no podían detenerlas, la conozco, sé que le ha afectado bastante, es que ella es una chica alegre, jamás se entristece por nada, y verla así me duele más de lo que yo mismo podría imaginar, puedo sentir su dolor en mí mismo, la amo con todo mi ser, ¿como podría evitar sentir lo que siento?, mi garganta me arde porque las lágrimas luchan por salir, pero las detengo, no quiero que ella me vea así, le digo la verdad, que por ella estoy dispuesto a dejarlo todo, que su luz es capaz de destruir cualquier barrera en nuestro camino, que mi familia puede tragarse su clase social, porque la amo y eso es más grande, su hermosa mirada se cruza con la mía, y me abraza, siento la fuerza de ese abraso y puedo pensar que el mundo se podría venir abajo y ya no importaría porque ella está a mi lado, nos besamos largamente como acostumbramos y nos acostamos mirándonos el uno al otro sin decir palabra, como si nos comprendiéramos telepáticamente y por fin en ese mar de desdicha surge nuestra sonrisa, ya nada importa, iniciaremos nuestra familia nosotros, iniciaremos una vida juntos y nos sentiremos orgullosos por ambos de haber sido persistentes y por perseverar en nuestro amor.

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Dedicado al amor de mi vida, Katy fue muy triste saber que lloras, después de eso siento que te amo más…

 

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Fragmentos del libro: “El Vapor del Sentimiento” escrito por Jonattan Poul León Segura y que será publicado a mediados del año 2017, si quieres contribuir a la obra cuenta tu historia y envíala al correo japeliso4@hotmail.com o Japelizor@gmail.com y serás mencionado/a entre los colaboradores. Muchas gracias por contribuir a la Producción Latinoamericana, la mejor del mundo.