LA SORTIJA

 
18/03/07 - 19/03/07 - 06/06/07

Tenía un enamoramiento demasiado prolongado, se supone que debería proponerle matrimonio, pero no estaba en condición de hacerlo, y ya tenía un largo tiempo pensándolo, pero mi situación económica no era aún estable, y me preocupaba mucho el futuro, al ver el vuelo de las aves sentía un poco de envidia, esa libertad; ese día estaba sentado en la banca de un precioso parque, y cuando por fin ya me iba mi zapato se topó con algún objeto que hizo un sonido extraño, como metálico, entonces lo vi, era un precioso anillo, de oro con un diamante, era precioso, no podía creer que alguien se hubiese desecho de él, de inmediato pensé que era un mensaje divino, me arrodille y sonreí al cielo, fui a su casa y ella me veían con ojos luminosos, yo sin poder decir nada porque tenía un nudo sospechaba algo, y cuando por fin me pasaron los nervios ella me dijo

Roberto, has venido muy temprano a verme, ¿pasa algo?

Y por fin dije

Mi amor, creo que ya hemos esperado demasiado para este momento

Ella con su mirada de sorpresa e intriga dijo

¿A qué te refieres Roberto?

Aun nervioso pero feliz le dije

¿Quieres casarte conmigo?

Y el momento se congelo, su sonrisa no tardó en aparecer, el viento que hacia volar las hojas por un minuto se tranquilizó, no se escuchaba sonido alguno, hasta una dulce nube cubrió el poderoso sol, dándonos una sombra especial, convirtiendo el momento en un situación romántica, ella por fin dijo

Claro amor mío, quiero casarme contigo…

Y cayo a mis brazos cual niña que busca a su padre, y todo recupero su movimiento, su sonrisa eran ahora lágrimas, el viento continuo su tarea recogiendo hojas, los sonidos volvieron, y otra vez el sol los cubrió de luz, el romanticismo se fue pero la alegría más grande los invadió, saque el anillo y lo puse en su dedo,, era exacto, y su brillo no tardo en percibirse al caer la luz solar, ella parecía querer decirme algo, yo no sabía que decir, en ese momento fuimos al parque donde encontré la sortija, y por fin se desato el nudo de mi lengua y recordamos momentos ya pasados pero gratos, y ella no perdía esa mirada brillante, mirada de la cual me enamoré más cada día, y yo no dejo de mirarla, no puedo dejar de mirarla, ella me besa y siento tanto gusto que quisiera no dejar de hacerlo jamás, por fin pienso en lo que pasara en el futuro, que haremos, sonde viviremos, pero por suerte esa sortija lego en el momento indicado, cuando yo estoy listo para formar una familia, y claro, no tarde en decirle mis planes, rosario se veía feliz, y también me dijo sus propios planes y claro es un momento tan romántico que parece un sueño, y me gusta sentirme así, mi vida nunca fue tan feliz y todo cambio cuando la conocí, me siento bien cuando ella está cerca de mí, y creo que esta sensación es mutua, no sé si mis planes para el futuro resultaran, pero de que si estoy seguro es que no la dejare de amar jamás, no importa que suceda después, la quiero tanto que me resulta suficiente tenerla cerca, porque de hecho esa ya es una felicidad incontenible…

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Historias de Amor

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