SOY ALPINISTA (Parte II)

 
01/08/11

Pasan seis años, me he graduado, han pasado tantas cosas nuevas en mi vida, pero aun no la he olvidado, es tiempo de volver al Perú y me he graduado específicamente para estudiar a la cordillera de los andes, y mi gran deseo es volver al Huascarán por la tarde me despido de mi familia que está muy orgullosa de mi, y yo en el fondo siento muy fuerte el latido de mi corazón, espero que ella haya esperado por mí, las horas que dura el viaje son un martirio, cada minuto son preocupaciones, debo verla, tantos años sin saber nada, ni un teléfono, ni correo electrónico, sin embargo parece que fue ayer cuando la vi en la cima de esa maravillosa, mística y mítica montaña, después del avión ahora soporto la lentitud del vehículo en el que voy, aun admiro las riquezas maravillosas de este país y también me sorprende la manera como sus ciudadanos no le toman importancia, al fin llego al pueblo, nada ha cambiado en estos seis años, aparentemente el tiempo no paso por aquí, me apresuro a llegar a casa de Jacqueline, y ya estando frente a la casa me invade el temor, el miedo gigantesco de que ella no me haya visto como yo la vi a ella, es rarísimo este temor, me armo de valor y toco la puerta y una niña me abre, me sorprendo por eso, y le digo

¿Jacqueline aún vive aquí?

Me miran con rareza, un anciano sale de la casa, lo miro a los ojos y me dijo

¿Que desea señor?

Le saludo cordialmente y le digo que busco a Jacqueline, la señorita que vivía en esta casa

El anciano me mira con rareza y me dijo

Discúlpame muchacho, pero yo he vivido en esta casa por años, y nunca ha vivido aquí nadie llamada Jacqueline.

Ahora estoy preocupado yo mismo por mi salud mental, me asusta mucho lo que acabo de escuchar, trato de averiguar más, y me despido, debo ir al centro de los rescatistas, ellos deben darme razón; llego a la estación y pregunto de inmediato por Jacqueline, me miran con rareza ninguna mujer dicen que trabajo jamás de rescatista, eso me asusta, la describo a ver si tal vez la conocen pero nada, por un momento pienso que me equivoque de pueblo, pero eso es imposible, estoy seguro de que este es el lugar, esa tarde, ya sin ánimos, alquilo una habitación, y me quedo profundamente dormido, mi sueño es oscuro, pero escucho una vos que es la de Jacqueline, ella me dice

Ven, ven, tú sabes dónde estoy.

Despierto por la noche y creo que entendí bien el mensaje, tomo el equipo básico que necesito y subo a la montaña, el Huascarán de noche es uno de los lugares más mortíferos del mundo, pero como en aquel día no siento temor alguno, camino paso a paso, y el frio me invade, el aire me falta, y por fin me desmayo.

Despierto, no confundiría esa mirada, es mi Jacqueline, es ella, camino con ella de la mano, el sol esta frente a nosotros y estamos una vez más en la cima, me abraza y me besa y al caminar nuestras figuras desaparecen en el resplandor del sol…

Dedicado a Ani Pereyra

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Historias de Amor

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