LA REVOLUCIÓN SEXUAL

A partir del siglo XVIII se dieron muchos cambios sociales que llevaron a estimar que el sexo no era un acto impuro. En esta época muchos hombres y mujeres opinaron directa e indirectamente acerca de este tema enriqueciendo los debates en los cuales se empezaba a ver de otra manera la sexualidad que tanto había sido condenada.

En Europa se desarrollaron sociedades “puritanas” tales como Inglaterra en la época de la reina Victoria, y se mantuvo durante todo el siglo XIX. Pero la sociedad Victoriana tenía muchas contradicciones morales: exigía continencia sexual a las mujeres llamadas decentes, y al mismo tiempo toleraba la prostitución como un mal inevitable que satisfacía las necesidades por llamarlas de una manera “sucias” de los hombres. La vestimenta acompaño esa represión impuesta por la reina, las mujeres decentes se cubrían de la cabeza a los pies sin que se viera la piel, excepto el rostro.

En occidente, la represión político religiosa de la sexualidad se mantuvo hasta aproximadamente el siglo XX en el cual falleció la reina Victoria, y fue el principio de un importante movimiento de liberación femenina que tenía como principal objetivo romper la desigualdad que había entre la mujer y el hombre, esto llevo a lo que podríamos llamar: “Revolución Sexual” la cual se dio para ser específicos en la década de 1960.

El psicólogo Sigmund Freud dio a conocer sus revolucionarias teorías sobre la sexualidad humana, que condujeron a un cambio decisivo en la conducta sexual, tanto hombres como mujeres se empezaron a preocupar por entender mejor el desarrollo de sus capacidades y habilidades sexuales y perdieron progresivamente el miedo a ser juzgados por una sociedad que había dejado de ser tan implacable. Las dos grandes guerras mundiales aumentan ron la permisividad sexual en la sociedad y comenzó a extenderse el uso del preservativo para protegerse de las enfermedades venéreas.

Poco después los grandes avances e investigaciones dieron lugar a la ciencia de la sexología.

La década de 1960, estuvo llena de movimientos de revolución tanto juveniles, de transformación política y cultural, así como económica y ética; la sexualidad se consideró desde entonces como una cualidad única del ser humano, que abarcaba el sexo y la manifestación del amor; cambio así la actitud de las sociedades hacia el conocimiento de la sexualidad y sus manifestaciones.