Era de tarde y miré por la ventana, el gris del mundo poco a poco se inundaba del negro de la noche, a su vez, mi mirada se perdió en el vacío, y recordé a esos tiempos que empezaron en marzo…
Esos tiempos cuando aún creía en el amor, esos tiempos en los cuales lo conocí, recuerdo que su compañía opacaba la presencia de las demás personas, a tal punto que solo quedaba él y yo náufragos en isla donde todo era amor, sentía que era único, me enamoré de su inteligencia, de su personalidad, él era completamente perfecto ante mis ojos; salir con él era un sueño, pasaba días hermosos, y por momentos llegué a pensar que esos días eran los más felices de mi vida, hasta que me propuso ser su novia, mi corazón estalló de felicidad, no podía creerlo, y mi vos entrecortada de alegría le contesto que si…
Todo era hermoso y perfecto, un sueño casi mágico, y estaba segura de que era amor de verdad, que no tendría final, y que era el amor eterno, aquel amor que dicen las abuelas que nunca se acaba, aquel amor que todo lo puede, yo siempre traté de comportarme con él lo mejor posible, para mí era una regla: “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”, jamás trate de ser obsesiva ni controladora, a pesar de que en el fondo sentía muchos celos, no por inseguridad, sino por que perder a alguien tan maravilloso me parecía perder la mitad de mi vida, pero mi desgracia ocurrió un día que quisiera sacar de mi cabeza en el que me dijo que iba a viajar, yo lo tomé como un viaje cualquiera, pero no fue así, cuando volvió no era él, o al menos no era la persona a quien yo amaba y admiraba, no sé qué razón ni motivos tuvo, pero volvió diferente, en otras palabras, logró convertir mi sueño en pesadilla, su mirada ya no era luz sino sombras, su forma de ser me asustaba cada vez más, y me causó lo que llamo: “cinco heridas del alma”, es decir me engañó, me lastimó, me humilló, jugó conmigo y me hirió; después de esto no podía continuar con él, aun cuando el amor que sentía aun perduraba, estaba tan decepcionada de mi vida tal vez por las ilusiones que me hice o no sé qué pero no quería salir de mi casa, no entendía por qué me había hecho eso, si yo jamás hice algo que a él le dañara, ¿por qué hizo conmigo algo que solo se le haría a un enemigo?, pero esas preguntas poco a poco se fueron borrando de mi cabeza, me costó mucho y lloré amargamente innumerables veces, pero he logrado hacer cosas que antes no hubiera podido hacer, me he encontrado a mí misma, estoy agradecida con Dios por crearme, por amarme, por permitirme respirar, sentir, amar, reír, en fin por todo; hace poco me enteré que mi ex pareja estuvo hablando mal de mí a mis conocidos, la verdad ahora me da lástima, y agradezco a Dios que me lo pusiera en mi camino porque si no hubiera pasado todo esto no me hubiera dado cuenta de lo maravillosa que soy y lo mucho que valgo, le deseo lo mejor del mundo, ahora sé que él no se dio cuenta de lo que perdió y dice todo eso porque le duele en el alma haberme perdido..
De pronto, las luces de la avenida se encienden ante mis ojos en el vacío en dirección de la ventana y me sacan de mi trance, una sonrisa triunfante sale de mi rostro, soy feliz, las luces devuelven el color a todo al igual que mi corazón lleno de amor volvió a darle luz a mi vida.
Dedicado a Jennifer Barrera, ¡muchas gracias por la inspiración!
Fragmentos del libro: “El Vapor del Sentimiento” escrito por Jonattan Poul León Segura y que será publicado a mediados del año 2017, si quieres contribuir a la obra cuenta tu historia y envíala al correo
japeliso4@hotmail.com o
Japelizor@gmail.com y serás mencionado/a entre los colaboradores. Muchas gracias por contribuir a la Producción Latinoamericana, la mejor del mundo.
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